- Confiesa que estás triste. ¿Qué pena te corroe?
- Es que amo amigo mío.
- Mas, ¿quién te ha fascinado?
- Ella.
- ¿Y ella quién es? ¿Gisela, Lila, Cloe?
- ¡Oh, no! ¡De ningún modo!
- ¿Quién, pues, te ha enamorado?
- Ah, solamente ella.
- Eres modesto, mi amigo querido.
- Mas, ¿por qué estás tan triste y quiém es el causante cruel? Presumo que sin duda
el padre o el marido...
- ¡Oh, no!
- ¿Qué, pues, ocurre?
- ¡Qué para ella yo no soy él!

Alejandro Pushkin


Pues, sí, así tenemos que vivir muchas personas, con esta verdad por delante, incluso aquí en Nunca Jamás pasan estas cosas, y un día descubres que no eres el Peter Pan de tu Campanilla