La segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer...

sábado, 22 de marzo de 2008

Charcos de savia


Ya que estoy de malas... voy a contaros una historia... una historia de tres árboles, los tres señores de la plaza de las verduras.

Desde hace mucho tiempo, tanto que nadie se acuerda cuando fueron plantados, tres inmensos pinos luchaban contra el Sol del verano... guardas que proyectaban su sombra contra el suelo.

Sombra en la que se cobijaban las señoras, cargadas con sus bolsas de la compra, para poder marujear agusto...

-"pues mi David ya se ha sacado el carnet, ¡qué listo es!

-"eso no es nada, mi Paquirrín tiene el de camión y el de amoto"

... así como los viejitos, que sentados en el banco a la sombra pasaban las horas muertas mascando palillos y oteando la plaza... nada escapaba a su mirada vigilante de ojos sabios...

- "moza... ¿y tú de quien eres?"

Y así fueron pasando los años... hasta que llegó Elhombremalodelbigote a vivir a la casa más cercana a los árboles...

- "¡Qué asco de árboles! solo sueltan pinocha y no sirven para nada... y están llenos de pájaros... ¡que asco!...

Así que don Hombremalo se fue a quejarse a Laalcaldesatenebrosa (que había por aquel entonces) y a pedirle que quitasen los árboles malignos de la plaza...

No sabemos que haría para convencerla pero lo consigió... fuertes serían sus argumentos.


Ahora la plaza de las verduras gime desierta, y se tuesta día a día sin su verde sombrilla.

La imagen es de Rembrandt "Los tres árboles"

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